Socialismo

 

Se usa como término general que se da a las doctrinas que sostienen la necesidad de eliminar la propiedad privada de los medios de producción para lograr una sociedad sin clases. Éste es su principal fundamento.

El concepto de socialismo admite una variedad de significados concretos, más o menos coincidentes con el criterio anterior: la variante más extrema, denominada comunismo, se inspiró fuertemente en las ideas de Marx y de Lenin, organizando de hecho un sistema totalmente centralizado de propiedad estatal donde sólo se admitía la propiedad cooperativa parcial en el campo y muy limitadas formas de propiedad privada en algunos servicios.

 Por su propia lógica interior tales sistemas sucedieron en aparatos burocráticos de enorme poder, donde el Estado concentró todas las decisiones importantes en materia política y económica, y se estableció un control totalitario sobre el conjunto de la sociedad. El ejemplo más conspicuo de este modelo, el que se desarrolló en la URSS, produjo visibles ineficiencias y tensiones que llevaron a su desaparición.

Otra forma más moderada de socialismo es aquel que, defendiendo por una economía totalmente estatizada como meta final, aceptó desarrollar una larga etapa de reformas que llevaran a este resultado. Conocido como socialismo democrático, los países que siguieron este modelo llegaron a economías de mercado con fuerte participación estatal, como en muchos países de Europa.

En los últimos años, sin embargo, los partidos socialdemócratas han abandonado prácticamente la intención de llegar a una sociedad sin propiedad privada, limitándose a proteger por amplios programas sociales y el control estatal sobre ciertos monopolios.

Una economía donde se reservan al Estado las industrias más importantes, por razones estratégicas, o donde se estimula la formación de cooperativas y otras formas de propiedad no privada. Se vieron notablemente,  en el período que va desde la Segunda Guerra Mundial hasta los años ochenta.